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Yuki-onna, la “mujer de las nieves” es un yokai. Se suele representar como una mujer alta, hermosa y de largos cabellos, que se manifiesta en las noches nevadas. Su piel es pálida, casi inhumana. Puede usar un kimono blanco o aparecer desnuda. Flota a través de la nieve, sin dejar huellas, y se puede transformar en una nube de niebla cuando se siente amenazada. Sus ojos causan terror en los mortales. Normalmente se asocia al invierno. Se dice que Yuki-onna podría ser el espíritu de una mujer que falleció en la nieve.

Es un yokai despiadado. En muchas historias, revela a viajeros que están perdidos en una tempestad de nieve y los congela con su aliento. Otras dicen que los extravía y se mueren debido al frío. En ocasiones, se manifiesta sosteniendo un niño. Cuando una persona toma el niño de sus brazos con buenas intenciones, al tocarlo, se congela. Otras leyendas hablan de que invade hogares, soplando en la puerta, para matar a quienes viven allí mientras duermen.

Aunque también puede dejar marcharse a sus víctimas por varias razones. Una leyenda popular cuenta que dos leñadores que habían ido a la montaña se refugiaron en una cabaña, debido a una tormenta de nieve. El más joven se despertó porque tenía frío y vio a la mujer de las nieves agachada sobre el más mayor. Lo estaba matando. Pero al más pequeño lo perdonó por ser joven y bello. Le hizo prometer que nunca la mencionaría pero un día, mucho tiempo después, le dijo a su esposa que se parecía a la mujer de las nieves. Ella le reveló que era esa mujer y, por romper la promesa, lo deja a cargo de sus hijos. En el caso de que él maltratara a los niños, la yuki-onna volvería para matarlo. En otra versión, al romper su marido la promesa, lo mata.

Yuki-Onna, la mujer de las nieves

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